“Solo le pedí a Dios que me permitiera llegar al hospital, nunca perdí el conocimiento”
Mencionó el agente, quien con sus heridas pudo guiar hasta el hospital San Lucas donde él mismo se bajó a buscar la camilla para su madre. “Cuando me dijeron que ella estaba bien me acosté para que me atendieran”, añadió.
Mientras era trasladado al Centro Médico de Río Piedras, Madera Latoni sufrió un paro que lo mantuvo sin signos vitales por 15 minutos y los pronósticos de los médicos eran poco alentadores.
Pero mucho más que el susto del momento, para este hombre de 47 años, el plan de Dios era otro; sobrevivir para llevar el testimonio de su milagro de vida.
“Al tercer día ya estaba haciendo push ups en el hospital”, comentó riendo.
Tres semanas después del incidente, Madera Latoni ya se había reincorporado a su trabajo en la calle y su recuperación fue tan rápida que quienes se le acercaban se preguntaban cómo era posible que hasta las cicatrices habían desaparecido casi por completo.
Sin embargo, de las cinco balas que perforaron su cuerpo, los médicos no pudieron extraer una que quedó alojada en su paladar, porque era una operación muy complicada.
“El 13 de diciembre fui a una evaluación y la bala ya no estaba, Dios la había sacado”, expresó con emoción. El agente agradeció el apoyo de sus compañeros policías y la gran fe de su familia, quienes estuvieron con él en todo momento.
“Esta experiencia me hizo entender el valor de la vida y por eso agradezco a Dios humildemente”, manifestó Madera Latoni.
Sobre la investigación de la balacera, explicó que uno de los dos individuos que le dispararon fue arrestado y está confinado en la cárcel federal. El acusado de 22 años aceptó a las autoridades que disparó al policía por equivocación.
“Yo lo perdoné, solo le digo que se arrepienta y recapacite”, reiteró el agente.
Asimismo, sostuvo que desea llevar su testimonio a donde lo inviten para que otros que atraviesan problemas crean y se acerquen más a Dios.
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