Cámara de Representantes aprueba proyecto de libertad religiosa
La mayoría de la Cámara de Representantes aprobó este martes el proyecto de ley que establece la llamada libertad religiosa en Puerto Rico.
La medida fue presentada por la representante penepé María Milagros Charbonier quien, como presidenta de la Comisión de lo Jurídico del cuerpo legislativo, evaluó la medida mediante memoriales y una vista pública.
Charbonier insistió en que el debate sobre la medida debe ceñirse al aspecto jurídico, citando jurisprudencia, las leyes aprobadas y la Constitución de Puerto Rico y de Estados Unidos.
La medida ordena como uno de sus mecanismos centrales, el establecimiento de acomodos razonables para que empleados de gobierno no tengan que atender ciertos ciudadanos si entienden que sus creencias o conducta choca con sus convicciones religiosas.
“Esta ley no es una ley discriminatoria. Protege contra el discrimen”, dijo Charbonier al asumir un turno sobre el proyecto, avalado por el gobernador Ricardo Rosselló.
Charbonier insistió en que la libertad religiosa es un derecho inalienable.
“Los derechos inalienables son derechos…no estamos hablando de un derecho cualquiera. No se pueden vender ni intercambiar y le competen al individuo. Son derechos fundamentales que no pueden legítimamente ser negados a una persona. Ese derecho a la libertad religiosa es inalienable y no puede ser negado a ninguna persona”, dijo.
Sin embargo, el proyecto de ley establece que no se le puede negar el servicio a nadie, por lo que la otorgación del acomodo razonable tampoco es absoluto.
“El derecho no se puede restringir, pero la ejecución de ese derecho sí”, dijo Charbonier.
El representante popular Luis Vega Ramos planteó en varias ocasiones que se trata de un proyecto que legitima el odio.
“Esto es una licencia para odiar”, dijo. “Contra la intolerancia no hay acomodo posible”, insistió.
“Esto del acomodo razonable dice el proyecto que es cuando sea previsible. ¿Cuándo será previsible? Cuando el que esté frente al counter de la agencia de gobierno vea a alguien con un tatuaje que diga ‘gay’ o diga ‘judió’ o diga ‘ateo’”, sostuvo al acusar Rosselló de ceder frente al “chantaje” del sector religioso que impulsa la medida.
En el caso del representante independentista Denis Márquez, comparó el proyecto con la Ley de la Mordaza a finales de la década del 40 del siglo pasado y que legalizó la persecución del independentismo.
“Se han escritos tesis, libros sobre esa ley, pero lo fundamental en este momento histórico es que se está aprobando legislación para menoscabar derechos de las minorías y eso termina mutilando, destruyendo y persiguiendo vidas humanas”, dijo Márquez.
“Tenemos una historia larga y extensa de discrimen y no se puede legislar para seguir perpetuando el disrimen”, dijo.
Charbonier presidió dos vistas públicas sobre la medida como presidenta de la Comisión de Gobierno de la Cámara de Representantes. Su correligionaria, la senadora Zoé Laboy, evalúa la medida en el cuerpo hermano y ya adelantó que no rendirá un informe positivo. Tiene como alternativas rendir un informe con enmiendas o un proyecto sustituto.